jueves, 7 de mayo de 2009

Existencialismo pornográfico



"Es el espacio perfecto para una actriz existencialista como yo"

Dijo la superactríz estadounidense porno Sasha Grey acerca del cine europeo, del que se declara una amante total. Valiente juicio de una actriz de tamaño calibre. Pero si Rimbaud fue un consumado sodomita y empedirnado traficante de armas, uno puede esperar cualquier cosa de colosal artista.

Lo gracioso de la pornografía es que uno nunca puede criticarlo hasta después del pajazo. De otro modo estaría uno emitiendo falsos juicios sobreestimulados por la fuerte exitación. Probablemente uno como hombre podrá difícilmente analizar una película tal. El instinto es omnipresente, domina.

Sin duda, tras la autosatisfacción masculina me llegan las preguntas triviales a la cabeza: ¿qué pensará una actríz en el acto [1, 2, 3 o 4]? ¿Y qué tan emocionante será ser un camarógrafo de una producción californiana? ¿A qué sabrá el sexo trivial? ¿Qué tan agotador y doloroso es uno o varios días de sexo escénico? ¿Cómo miran a los ojos de sus parejas los «actores»? Tales preguntas me invaden y hacen parte de ese morbo personal que me invade y que también me obliga a ver detalles desdeñosos y ridículos: el cómo fue ejectuado Sadam Hussein, la muerte de inocentes o, incluso, cómo reaccionan unos soldados israelíes al ser atacados por un francotirador en algún lugar de la Franja de Gaza.

La pornografía satisface, sin duda, de manera brutal los sentidos. El corazón palpita aceleradamente, la temperatura corporal aumenta y una sensación de paulatina satisfacción crece sin parar.

El clímax llega y Onás se despide.



Cromos.com.co (5 de mayo de 2009). La perversa atracción de Sasha Grey. [artículo en línea]. Bogotá? Consultado el 29 de mayo de 2009 en: http://www.cromos.com.co/articulo-la-perversa-atraccion-de-sasha-grey

0 comentarios:

Publicar un comentario