domingo, 10 de abril de 2011

Y todos los hombres serán hermanos

Ejercicio:

Lea el siguiente texto escuchando la canción.


Tus encantos atan los lazos

que la rígida moda rompiera;

y todos los hombres serán hermanos

bajo tus alas bienhechoras

Schiller




«Al llegar a la pesquería y campamento de los cristianos, encontré a unos ochocientos indios Guaycaríes bien armados y listos para la guerra, que esperaban a su cacique o señor a quien había hecho matar, como he dicho, con el fin de asaltarnos uniéndose a los Caquetíos del pueblo de Carahao, que ya estaban preparados. Cuando les ordené deponer las armas, para que fueran como antes mis amigos de acuerdo con lo que me habían jurado y prometido la primera vez que estuve allí, y confirmármelo con hechos amistosos y pacíficos, se me opusieron con orgullo. Entonces, mientras los distraía con palabras (lo que también hice para impedir su huída a través del río), dispuse que los cercaran con los caballos y que los atacaran; pues estábamos en una hermosa llanura que no hubiera podido desearse mejor para este propósito. Matamos [acuchillar] por sorpresa a unos quinientos, pues como estábamos conversando y tratando con ellos suavemente de la paz, no tenían ninguna sospecha de nosotros y no llegaron a hacer uso de sus armas. Rematamos [apuñalamos] a muchos en tierra, hasta que les hicimos huir. Los de a caballo daban en el grueso de la gente derribando a los que podían, y los de a pie los degollaban como a puercos.»






(p. 101, Historia Indiana, traducción de Juan Friede)