En todo caso, la única ventaja real de extirparme el apéndice fue descubrir el placer de caminar muy lentamente. Caminar sin afán, sin dolor, muy erecto. Una lección de vida.
miércoles, 3 de febrero de 2010
Festina lente o el arte de dominar una apendicectomía
Dicen que las cicatrices son atractivas. Yo tengo una en la panza. Mi panza no es atractiva.